jueves

Nada es mas importante que encontrarte a ti mismo.

Maurice Maeterlink, con una imagen realmente sugestiva, aconseja:


 “Evitemos actuar como aquél farero que distribuía entre los pobres de las chozas vecinas el aceite de que se alimentaba la llama con la que debía alumbrar los océanos.
En su centro, toda alma es guardiana de un faro más o menos necesario.  La más humilde de las madres que se deja entristecer, absorber o anonadar por sus restringidos deberes de madre,  da así su aceite a los pobres y sus hijos sufrirán toda su vida por el hecho de que el alma de su madre no fue tan clara como hubiera podido serlo.  
La fuerza inmaterial que reluce en nuestros corazones debe ante todo brillar por sí misma, ya que solo así podrá llegar a brillar también para los demás.  Por cuanto es pequeña vuestra luz, jamás regaléis el aceite que la alimenta, sino la llama que la corona”.





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